Diferencias entre azúcar blanca y azúcar moreno: las fundamentales

Las diferencias entre azúcar blanca y azúcar moreno tienen que conocerse. Pese a que ambos productos endulzan, no son exactamente lo mismo. A la hora de consumirlos, es importante saber sus características para no caer en confusiones. A continuación, se explican los puntos en los que difieren los dos tipos.

Las diferencias entre el azúcar blanco y el moreno

La principal diferencia entre ambas radica en el proceso de fabricación. El azúcar blanco ha experimentado un mayor refinado; mientras que el moreno se ha sometido a uno de menor grado de refinamiento. Al azúcar blanco se le purifica mediante el uso de varios procesos industriales, como son la carbonatación y/o la decoloración mediante el uso del carbón activo, que lo dejan con su característico color blanco. Por otro lado, el azúcar moreno es el resultado de la purificación de los jugos de la caña de azúcar y su posterior cristalización sin llegar a retirar muchos de los componentes que se encuentran en la planta.
Otra diferencia está en su contenido de sacarosa, siendo en el azúcar blanco del 99 al 99.7 % y en el moreno oscila entre un 85 y el 95 %, lo que establece una división muy pequeña. Esto se nota en la cantidad diaria recomendada por la OMS, que es de 25 gramos para los dos tipos.
Sí que se encuentran diferencias importantes en cuanto al sabor y a la intensidad del mismo, un aspecto muy a tener en cuenta para sus posibles aplicaciones en la industria alimentaria. El azúcar moreno cuenta con un mayor repertorio de matices, muchos de los cuales provienen del terreno donde ha sido cultivado y muchos otros del propio proceso industrial en sí mismo. Es por ello que es posible encontrar toques de caramelo, de regaliz y una potencia superior en el paladar, aunque su contenido en sacarosa sea ligeramente menor.

¿Cuál posee más vitaminas y nutrientes?

En cuanto al azúcar blanco, su dulzor es mucho más limpio que el del azúcar moreno precisamente porque no interfieren otras sustancias (como por ejemplo la melaza) y que si están presentes en el moreno . Pese a esto, ambos tipos de azúcares encuentran en la industria alimentaria un gran número de aplicaciones en multitud de recetas aportando cada una diferentes matices de color y sabor.

También hay que tener en cuenta las diferencias nutricionales entre ambos. En este caso, el azúcar moreno es el que más tiene que aportar. Dispone de vitaminas del grupo B, calcio, magnesio, sodio y potasio entre otros, lo que la convierte en una opción nutritiva más completa. El blanco, al someterse a un proceso de refinado intenso, pierde la mayoría de los nutrientes que posee en origen.

Diferencias en el índice glucémico

Otro aspecto en que difieren es el índice glucémico que presentan ambos azúcares, aunque los niveles son prácticamente idénticos. El moreno posee un 64 y el blanco 65, lo que, a fines prácticos, es inapreciable. Ambos pasarán a la sangre a la misma velocidad, por lo que ambas son buenas opciones para endulzar un alimento, pero siempre dentro de las recomendaciones para cuidar la salud.

En definitiva, estas son algunas de las diferencias entre azúcar blanco y azúcar moreno. Se trata de dos opciones que ofrecen unas características similares, aunque se distancian en aspectos clave como los nutrientes o el sabor que aportan. Ambas opciones son ideales para darle un toque dulce a un pastel o a una bebida, como es el propio café o un buen té.

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